Fotografías

Esas son algunas de mis fotos preferidas de los últimos años.

Trabajé también como ayudante de fotografía durante esos años de estudiante audiovisual. Me encanta la foto, y me habría fascinado perdurar en ese camino, pero quienes hemos sido víctimas de abuso narcisista/sádico encubierto y de psicopatía integrada, quedamos con un corte en la personalidad que dificulta mucho la exposición pública, así que todo lo referente a éste y mis otras artes, queda más bien en privado y como trabajos de desarrollo en solitario. 

Mi conexión con la fotografía pasa más por la contemplación, que es una de las tres maneras de restaurar el equilibrio humano: Meditación / Contemplación / Respiración.

Meditación = No practico mucho porque soy un ser humano demasiado eléctrico. Por lo menos no de lo que se entiende por meditación tipo om o zen. Por ahí de vez en cuando lo hago en alguna práctica específica o para alguna activación psíquica que entregue yo misma en mis talleres. Pero me queda mejor meditar escuchando música pop y bailando mientras cocino, o jugando con mi hija o cualquier niño hablando boberías, o meditar mientras respiro conectando con el cuerpo físico del hombre que amo. 

Contemplación = Esto sí es frecuente para mí desde muy pequeña. Es mi manera específica de obtener balance y mucha sabiduría. Grandes entendimientos he podido obtener sobre la vida en la tierra de esta experiencia humana, simplemente bajo estado de contemplación: El vuelo de los pájaros, los matices de la luz en el recorrido del sol y la luna, las copas de los árboles, las interacciones humanas y animales. Dios está allí, permanentemente hablando y educándonos, y se revela sólo ante los ojos de quienes creemos y queremos conectar con Él. Para los demás, se oculta y se silencia.

Respiración = La respiración consciente es la llave maestra para el equilibrio humano. No nos han enseñado lo importante que es respirar bien. Nuestros pulmones funcionan en automático, y usamos tal vez un diez por ciento de nuestra capacidad pulmonar. Debemos ejercitarnos para respirar a máxima capacidad, lentitud y profundidad, si queremos mantener nosotros mismos el control sobre nuestro sistema nervioso, y no que nuestro sistema nervioso nos gobierne a nosotros. Somos nosotros quienes debemos tomar el control. Esto lo enseño mucho en mis terapias. 

Y bueno, mi álbum de registro con mis fotografías favoritas está en mi bitácora personal de instagram: 

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *