Estamos en una frecuencia planetaria en que es la misma tierra quien está despertando nuestra conexión espiritual. Nos está empujando porque nos necesita activos y comprometidos en su cuidado, y este cuidado ni siquiera pasa porque ella diga egoístamente (como haríamos nosotros los mutantes humanos): “sálvenme a mí que estoy tan mal”, sino que este empuje es para sanarnos a nosotros mismos, sus amados hijos: Ir dejando estas vidas todas torcidas que tenemos donde no sabemos amar y rectificarnos en el amor para hacer de éste un mejor planeta.
Nos necesita a todos: Sanadores, videntes, mediums, canalizadores, chamanes, telepáticos, teletransportadores, todos. Cualquier tipo de percepción “rara” que hayas tenido no está mal, no pasa nada pero nada malo contigo, tú no tienes ningún “problema”.
Aunque todos a quienes les cuentes que se te aparecen los muertos te digan que estás loco, que te debes tratar, ir al psiquiatra, que te mediques, que no es posible o quien sabe qué otra frase torcida te dirán, no hagas caso y toma el control de tu percepción: Acéptala con amor, deja el miedo y ámala, trabájala, respírala, siéntela, deja de usar pastas dentales con flúor, y saca del closet tu habilidad espiritual, porque si la tienes ni siquiera es un regalo divino para ti, es para todos nosotros. Lo que sea que tú no hagas por ti, nos afecta a todos los demás. Hazte cargo, sin miedo, pide guía en tu corazón para que te indique el camino a seguir.
Cada uno es su propio maestro: Jesús no puede volver a venir físicamente pero sí puede entrar en tu corazón a darte la Luz que necesitas. Abre el corazón, deja que todo eso salga, trabájalo y ponlo al servicio de los otros. La tierra estará feliz con tu trabajo y no habrá nada que temer, aunque todos afuera te digan que el mundo está muy mal, lo que está pasando en lo que no vemos es todo lo contrario.
Es al revés de como nos han enseñado. No somos cuerpos físicos con habilidades espirituales sólo para algunos seres muy especiales que recibieron el don: Somos todos seres espirituales con un pequeño cuerpo físico que además está diseñado para sanarse a sí mismo. El momento ya hace rato empezó: O te sumas o lo postergas, pero para allá vamos.
Es mucho más divertido si vamos juntos y no separados.
MCLB