En mis meditaciones de todos estos días, he estado recibiendo información sobre “el propósito”. Me llegan varias frases con respecto a lo que está sucediendo en Chile y una de esas frases que repercute en mi interior es: “Carolina, recuerda el eclipse”.
No quería llegar y sacarlo a la memoria sin antes pedir “permiso”, y hoy ya me enviaron a la persona que me lo hizo confirmar, así que gracias J.
Nosotros podemos creernos todos bakanes por gozar de fantásticas tecnologías y haber salido del campo para habitar en ciudades tan modernas, pero en verdad, nuestros ancestros estuvieron mucho más conectados a la Naturaleza que nosotros. Nosotros nos desconectamos de un montón de verdades ancestrales que se transmitían de generación en generación y la energía se mantenía acorde a los ritmos naturales.
Somos energía, y actuamos sin saberlo como una batería eléctrica entre la Fuente Divina y la Tierra. Deberíamos enseñar en los colegios desde primero básico cómo manejarnos a nivel energético, tendríamos vidas mucho más saludables y niños más felices en vez de niños enfermos y medicados.
Y sí, un baño de sombra sí tiene consecuencias energéticas, y una muy importante es el aumento de la violencia, además de enfermedades, desastre, caos, muerte y destrucción. No es nada chori exponerse a ello y es bastante peligroso si no has “blindado” tu energía en alto.
Y aún falta mucho tiempo de ajuste a los residuos del evento, aún no llegamos al cuarto mes. Según nuestros sabios ancestros, los efectos negativos duran en años lo que el eclipse duró en minutos. Así que, si duró 4 minutos 33 segundos (creo), pues debiéramos tener un poco de confusión ambiental durante 4 años y medio para después recién empezar “a ver la Luz”.
Elevar la frecuencia vibratoria, cuidar como nunca el cuerpo físico, y esforzarte para que en tu mundo reine la Paz.
MCLB